Ramón cuenta en el vídeo cómo durante unas vacaciones de verano se le cayó el cigarrillo de la boca… por aquel entonces fumaba. En aquel instante no fue consciente de que a partir de ese momento su vida iba a cambiar para siempre. Se le paralizaba medio lado de la cara, no tenía sensibilidad en las manos y su pierna izquierda fallaba.
Le diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso central. Ramón cayó en una depresión.
Sin embargo, tras una noche de insomnio tocó fondo y recordó lo que le había dicho el médico: no podrás correr más de 200 metros. Enfrente de la casa de Ramón había un cartel que indicaba que a 200 metros se encontraba la parada del metro. Decidió ir hasta allí… y lo consiguió. El resto de la historia es impresionante.